La convivencia con una persona que tiene adicciones genera alteraciones mentales, duelos patológicos, peleas innecesarias, baja autoestima, estrés, insomnio y una vida intranquila. En primera instancia debe solicitar ayuda para la persona afectada, llevarlo a un centro de rehabilitación para evitar su deterioro progresivo. En estos momento es mejor que consulte a su psicólogo o psiquiatra para realizar conciencia de la situación y tomar las mejores decisiones para su salud mental .