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Los purgantes generalmente son antiparasitarios que se utilizan para tratar infecciones parasitarias a nivel gastrointestinal. Si se consumen este tipo de medicamentos sin presentar una infección demostrada por parásitos se corre el riesgo de desarrollar diversos efectos adversos generados por los medicamentos.
Algunos efectos adversos que se pueden presentar son: dolor de cabeza, dolor abdominal, náuseas, vómito, vértigo, alopecia (perdida del cabello), fiebre, reacciones alérgicas en piel, deficiencia en la producción de leucocitos (células de defensa), anemia, disminución en la producción de plaquetas (fragmentos celulares encargados de la coagulación), hepatitis y daño en el hígado.
En caso de presentar alguna sintomatología gastrointestinal, recomiendo asistir a su médico tratante para evaluar su caso, realizar un diagnóstico correcto e iniciar una terapia adecuada, en caso de ser necesaria.
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