El LSD o dietilamida del ácido lisérgico, es una sustancia que tiene su efecto a nivel del sistema nervioso central.
Su efecto es la alteración de la percepción del entorno, amplificando las sensaciones del cuerpo, sea en forma positiva o negativa.
La persona presenta mayor sensibilidad a los estímulos sonoros y visuales en general, alteración de la propia imagen corporal, alucinaciones visuales, auditivas, entre otros efectos que distorsionan la realidad.
Entre sus efectos secundarios se encuentran: aumente de la frecuencia cardíaca, crisis psicóticas, depresión, reexperimentación de eventos traumáticos o indeseados, alteración del pensamiento lógico, insomnio y ansiedad.
Es muy importante evitar la mezcla de alucinógenos u otro tipo de drogas, evitar el consumo simultaneo de alcohol, medicamentos o bebidas energizantes para no aumentar el riesgo de presentar efectos secundarios.
Los efectos secundarios se presentan con el incremento progresivo de la dosis y con su consumo frecuente. Lo ideal es que busques ayuda con tu familia, amigos y con tu médico para dejar el consumo de LSD, o de otra sustancia alucinógena que estés usando para evitar daños permanentes en tu organismos, y prevenir un desenlace fatal como la muerte.
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