Dentro del procedimiento quirúrgico que abarca la adenoidectomía hay riesgo de infección, sangrado, lesiones del paladar blando, re-intervención (volver a operar), complicaciones anestésicas para lo cual previamente tendrá cita con el anestesiólogo. Si las amígdalas no se encuentran hipertrofiadas y no es causa de los síntomas presentados previamente, no es necesario realizar su extracción.