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En primer lugar, la prueba que te realizaste es confiable. Recuerda que, tras la exposición al virus o la relación de riesgo, el tiempo en el cual se pueden detectar los antígenos en la sangre depende de la sensibilidad del test de ELISA. Un test de cuarta generación detecta tanto anticuerpos (las moléculas formadas para defender el cuerpo contra el virus) como antígenos (una proteína el virus que inicia la respuesta de las defensas del cuerpo) a partir de los 15 a 20 días tras la exposición al virus. Dado ninguna prueba tiene una eficacia diagnóstica del 100% y los tiempos descritos son el resultado de múltiples estudios de las pruebas de cuarta generación, siempre hay una probabilidad mínima que luego arrojen resultados positivos pero insistimos y resaltamos que es poco probable.
En cuanto a los síntomas que refieres, sí ameritan seguimiento en caso de que persistan. Recuerda que, tras la exposición al virus, lo más frecuente es la aparición de un conjunto de síntomas y signos que se conoce como el síndrome retroviral agudo. Sus hallazgos más frecuentes incluyen ulceraciones mucocutáneas (heridas en las cavidades corporales frecuentemente adentro de la boca), fiebre, linfadenopatía (ganglios inflamados y/o dolorosos), dolor de garganta, sarpullidos, mialgias (dolor muscular), artralgias (dolor de articulaciones) y dolor de cabeza. Se estima que hasta un 60% de individuos con infección temprana por VIH no presentarán síntomas. Es muy importante recalcar que estos síntomas no implican una infección por VIH y que hay otras enfermedades infecciosas como la mononucleosis y la faringitis viral común pueden producir producirlos.
Por lo anterior, la recomendación es continuar controles por un profesional de la medicina para realizar los exámenes pertinentes en caso de querer descartar complicaciones.