La hipoglucemia, también conocida como nivel bajo de azúcar (glucosa) en la sangre, se produce cuando la glucosa en la sangre desciende por debajo de los niveles normales. La glucosa, una fuente importante de energía para el cuerpo, proviene de los alimentos. Los carbohidratos son la principal fuente dietaria de la glucosa. El arroz, las papas, el pan, las tortillas, los cereales, la leche, las frutas y los dulces son todos alimentos ricos en carbohidratos. Después de una comida, la glucosa se absorbe en el torrente sanguíneo y se transporta a las células del cuerpo. La insulina, una hormona producida por el páncreas, ayuda a las células a usar la glucosa como energía. Si una persona ingiere más glucosa de la que el cuerpo necesita en ese momento, el cuerpo almacena el exceso de glucosa en el hígado y en los músculos en una forma llamada glucógeno. El cuerpo puede usar el glucógeno como energía entre las comidas. El exceso de glucosa también se puede convertir en grasa que se almacena en las células grasas. También se puede usar la grasa como energía. Cuando empieza a disminuir la glucosa en la sangre, el glucagón, otra hormona producida por el páncreas, envía señales al hígado para descomponer el glucógeno y liberar la glucosa al torrente sanguíneo. De este modo, la glucosa en la sangre se eleva a un nivel normal. En algunas personas con diabetes, esta reacción del glucagón a la hipoglucemia está alterada, y otras hormonas como la epinefrina, también llamada adrenalina, podrían elevar el nivel de glucosa en la sangre.