El que ya lo tenga perfectamente identificado y sea consciente de que se está convirtiendo en un problema es el primer paso, pero tiene mucho trabajo para hacer para poder solucionarlo y esa tarea consiste en: pregúntese qué lo hace llegar impuntual a las citas ¿arreglo personal?, ¿levantada tarde?, ¿el desorden de no encontrar las cosas cuando va a salir?, ¿el tráfico?, ¿el clima?, ¿subestima la cita, las personas?, ¿se inquieta esperando? y otras más que pudieran surgir. Piense que la puntualidad es una gran virtud y reconoce al que la tiene y practica un gran respeto por el tiempo del otro y por la importancia de la labor que ese otro realiza. Plantéese cuál es la razón o razones y solucione. ¿Desorden? pues sea ordenado con sus cosas. ¿Falta de alarma? pues use despertadores por varios sitios de la casa. No congestione su agenda, tenga en cuenta sus compromisos y lo más importante, cambie su actitud frente a la impuntualidad y póngase en los zapatos de quien lo espera.