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La mayoría de los productos domésticos que contienen cloro, son una disolución de hipoclorito de sodio en agua, por lo que alcanza concentraciones muy bajas. Pese a que (en grandes cantidades) puede llegar a ser considerado tóxico, en términos generales resulta inocuo en bajas cantidades, es decir, no representa un riesgo real a tu salud.
Debes tomar en consideración que lo ideal es evitar el contacto directo con el cloro, es decir, protegiendo piel, ojos y mucosas; de la misma manera, hay que evitar colocar esos productos en botellas con líquidos destinados a consumo (por ejemplo, en botellas de refresco), pues alguien puede llegar a consumirlos de manera accidental, sobre todo los niños pequeños.
De manera general, posterior a esta ingesta accidental, deberás lavarte bien la boca; si llegaras a presentar alguna molestia estomacal, podrías consumir agua, leche o jugo con afán de disminuir la concentración del producto a nivel intestinal, aunque debes entender que esto no es equivalente a un antídoto.
En caso de que la ingesta te ocasione náuseas, vómito o diarrea, es necesario que acudas con tu médico de primer contacto, ya que se trata de signos y síntomas que podrían ser de alarma.
Espero haberte orientado, no dudes en escribirnos de nuevo si tienes otra pregunta. Si tienes oportunidad, ¡no olvides calificarnos!