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El dolor de la fisura anal aguda se localiza en la región anal y perianal, generalmente es constante y persiste en reposo y con frecuencia se exacebra al defecar. El dolor que se intensifica con la defecación con frecuencia persiste unas horas tras el acto, lo que constituye un síntoma debilitante. Es importante tener en cuenta que aunque el dolor es la manifestación más frecuente, también puede presentarse con sangrado anal evidenciando en la materia fecal.
La duración de los síntomas es variable de persona en persona y depende sobre todo en la causa que origina las fisuras. El manejo médico dura por lo menos 8 semanas y la mayoría resuelven tras el primer mes de manejo conservador. En caso de que el tratamiento no mejore los síntomas tras 8 semanas, deben realizarse estudios complementarios para descartar otras causas para la enfermedad (en este punto generalmente el paciente debe ser valorado por un coloproctologo).
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