La realización de actividad física durante el embarazo es un factor protector frente a una gran variedad de complicaciones tanto para la madre (control del peso ganado en el embarazo, control de la tensión arterial, mejora de su forma física e imagen corporal, prevención de enfermedades propias del embarazo y beneficios en el parto) como para el futuro recién nacido (disminuye el riesgo de nacimiento pretérmino y de bajo peso al nacer, favorece el crecimiento equilibrado y simétrico feto-placentario y disminuye el riesgo de pérdida del bienestar fetal, entre otros). Es necesario realizar una actividad física moderada 5 días a la semana durante 30 minutos o actividad vigorosa 3 días a la semana durante 20 minutos. La mujer embarazada sana se ajusta a estas recomendaciones. Natación, correr, trotar, bicicleta, nada de ejercicios de choque.