El manejo de una pancreatitis aguda generalmente requiere hospitalización, pues es necesario suspender la alimentación por vía oral al paciente y por lo tanto proveerle los líquidos intravenosos, analgésicos y tratamiento que requiere y hacer seguimiento estrecho del estado general. Luego de resolver la crisis y dar de alta al paciente, es altamente recomendable la evaluación por el nutricionista ya que se debe ajustar la dieta de la persona de manera que reciba abundantes líquidos, comidas pequeñas y frecuentes, bajas en grasas. No se debe consumir alcohol y es posible que se haga necesario recibir enzimas hepáticas que deben ser recetadas por el médico.