Cuando la madre es primeriza la musculatura abdominal suele ser más fuerte, por lo tanto no es tan sensible a los movimientos del bebé. Además al principio suelen confundirse con los movimientos del estómago o intestino como cuando tiene hambre. Lo normal es sentirlos entre la semana 16 y 22 del embarazo y a partir que el embarazo continúa van a ser cada vez más fuertes. Es una sensación extraña inicialmente pero agradable, porque sabe que su bebé está bien.