No siempre es necesaria la cirugía, pues depende del grado de las hemorroides y de los síntomas asociados como dolor o sangrado. Inicialmente se puede intentar el tratamiento con medicamentos locales y anti-inflamatorios. Se busca evitar el estreñimiento para disminuir las posibilidades de dolor y sangrado. Si estas medidas no son suficientes y los síntomas persisten, se considerara la cirugía como una opción.