El tratamiento inicial para las hemorroides se realiza con medidas locales como aplicación de cremas en la zona afectada compuestas por analgésicos o esteroides y anestésicos combinados, el uso de supositorios y baños de agua tibia (baños de asiento). El tratamiento con cirugía se decide cuando hay inflamación muy intensa o se taponan las venas que las conforman (llamado hemorroides trombosadas), y en ocasiones cuando hay sangrado persistente o ulceración (formación de heridas); por lo anterior lo ideal es acudir a evaluación y seguimiento con su médico tratante y poder definir si en algún momento del tratamiento se requiere la realización de cirugía o remisión a especialista.