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Sí, la lactancia materna es una condición de alto gasto metabólico que le exige al cuerpo el uso de reservas energéticas para la producción y mantenimiento de la leche, por lo que la madre puede perder peso. En el caso del bebé, después de la primera semana de vida siempre deberá haber una ganancia de peso.
Esto es uno de los mecanismo por lo cual el cuerpo logra la pérdida del peso acumulado durante el embarazo. Es particularmente más efectivo cuando la lactancia materna es exclusiva, es decir el bebé no toma biberones durante los primeros 6 meses de vida.
En etapas posteriores, dependiendo de la frecuencia de lactancia y también de las características propias de cada mujer, es posible observar una pérdida de peso adicional más o menos notoria.
Recuerde mantener una alimentación balanceada, rica en variedad de grupos alimenticios, una buena hidratación y la realización de actividad física regular para mantener un peso adecuado y un estilo de vida saludable.