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La relación fisiológica entre consumir algún tipo de alimento que contenga dulces y la realización de ejercicio, y que termine en un adormecimiento de los labios no es explicable por lo cual se podría considerar que no existe relación alguna.
La realización de una actividad física no explicaría, ni siquiera sin el consumo de algún tipo de alimento, el adormecimiento específico de dicha zona que es muy poco probable haya estado sometido a la intensidad física del ejercicio. Inclusive, el ejercicio se acompaña de una dilatación de grandes y pequeños vasos lo que mejoraría la circulación sanguínea y explicaría una respuesta totalmente contraria a la del adormecimiento.
La alimentación con un producto conteniendo carbohidratos de diferentes orígenes (harina y azúcar) tampoco explicaría dicha sensación, ya que a nivel bucal (principalmente de la lengua) son los sabores realmente picantes o fuertes que pueden provocar una sensación de adormeciñiento ya que la irritación producida conllevará a dolor que tratará de ser limitada durmiendo y anestesiando de forma fisiológica la parte irritada (como cuando se muerde la lengua o el carrillo, inicialmente muy doloroso pero después la sensación se calma con percepción que es una parte "que ya no le pertenece").
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