Ese tipo de dolor, que también puede tratarse de una costondritis, es secundario a infecciones virales o por estados de estrés y ansiedad. Cuando se comprometen más arcos costales, los dolores se pueden extender a otras zonas. Si se trata de problemas relacionados con estrés es probable que también haya espasmos musculares. Continúe los controles con su médico tratante.