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En realidad no hay restricción en cuanto al número de lavados nasales que puede hacerle a su hijo, es decir, puede hacerlos cuantas veces sea necesario. Una buena guía es de 3 a 4 veces al día. Recuerde retirar la aguja de la jeringa que utilice para evitar traumas en la cara de su bebé.
Si a pesar de los lavados nasales, la congestión empeora y cursa con dificultad para respirar o fiebre, debe llevarlo a valoración presencial.
Espero haberle orientado, gracias por consultarnos.