Por lo general los desgarros musculares son autolimitados, quiere decir que con el tiempo el organismo realiza un proceso de reparación de los tejidos que puede ser rápido o lento dependiendo de la severidad y compromiso del desgarro.
La recomendación es elevar el miebro afectado, colocar hielo local, guardar reposo y colocar un vendaje compresivo. Posteriormente será necesario iniciar un proceso de rehabilitación con la ayuda de un fisioterapeuta.
