Básicamente no se presenta ningún tipo de cambio, salvo que la regulación hormonal que controla la ovulación y que estaba bajo la influencia directa de las pastillas, regresa a su condición previa y se da gradualmente un mayor % de capacidad de quedar en embarazo. Eso empieza a suceder de forma inmediata a la suspensión de las pastillas y puede ser de un 100% al cabo de 2 o 3 meses, incluso antes.