La manera adecuada para lavar cualquier tipo de herida quirúrgica es con agua tibia y jabón, retirando costras de sangre que permanezcan adheridas a los puntos. El sangrado mínimo o salida de líquido transparente a través de la herida se considera normal secundario al proceso inflamatorio local, dentro de los síntomas de alarma que requieres saber para consultar de manera prioritaria con tu médico tratante, sería la aparición de pus o "materia" en la herida, enrojecimiento, inflamación o calor en la zona de la herida. Recuerda realizar el lavado de la herida diario, y asistir a los controles programados por tu médico tratante. Gracias por confiar en nosotros, no olvides calificarnos.