Lo primero es identificar la causa o el desencadenante, dar los medicamentos o suplementos que sean necesarios según la causa.
Posterior a esto, se pueden tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
* Hidratar la piel tanto desde afuera como desde adentro (aumentando el consumo de frutas, verduras, agua, aplicar cremas hidratantes que no contengan alcohol u otros irritantes).
* Usar cremas aprobadas dermatológicamente para piel sensibles.
* Evitar los baños con agua caliente; es preferiblemente que los baños sean con agua tibia y de corta duración.
* Usar jabones suaves.
* Evitar ambientes secos.
* Evitar el roce de la piel con esponjas, pierdas exfoliantes o incluso con la toalla al secar la piel.
* Utilizar ropa suelta y preferiblemente de algodón.