El tratamiento no debe realizarse en pacientes con:
* Infecciones cutáneas activas: debe tratarse la infección completamente antes de iniciar las sesiones de depilación.
* Historia de queloides o cicatrices hipertróficas: son una contraindicación relativa y deben manejarse menos agresivamente.
* Infecciones recurrentes como herpes: deben someterse a una profilaxis antes del inicio del procedimiento para evitar recidivas.
* Enfermedades hormonales que afecten el crecimiento del pelo: deben someterse a un tratamiento para controlar la enfermedad de base y así mejorar los resultados del tratamiento, así mismo deben tener en cuenta que pueden requerir más sesiones para obtener una disminución del pelo corporal.
* Vitiligo o psoriasis: tiene riesgo de sindrome de koebner (aparición de lesiones nuevas en los lugares donde se realice la depilación).
* Toma de medicamentos fotosensibilizantes: como retinoides, algunos antibióticos, antidepresivos, entre otros, pueden alterar la coloración de la piel e incluso producir quemaduras en las zonas tratadas con láser.