La cuestión no es que la sandía esté partida a la mitad, sino que el sitio donde se está comprando sea un sitio confiable con buenas prácticas de higiene. Si la sandía es manipulada con manos contaminadas (con bacterias, parásitos, sustancias nocivas, etc), es posible que al consumirla usted pueda presentar diarrea, malestar estomacal, nauseas, vómitos y malestar general.
Lo mas recomendable es comprar las frutas sin cortar y asegurarse de lavarlas muy bien antes de consumirlas.