Un trauma al caer sobre una rodilla puede provocar fracturas de alguno de los huesos que conforman esta articulación como la rótula, la parte inferior del fémur o la parte superior de la tibia o el peroné, cualquiera de estas lesiones pueden provocar crepitación de la articulación.
Otras lesiones que pueden provocarse son lesiones de las bursas o cojines que amortiguan el roce de los huesos, por ejemplo una bursistis pre-rotuliana.
Una lesión de los ligamentos cruzado anterior o cruzado posterior también pueden causar la sintomatología.
En cualquiera de estos casos, lo mejor es colocar hielo local para desinflamar la articulación, guardar reposo y acudir a Urgencias de su servicio de salud, para ser valorada por un especialista en Ortopedia que en base a su examen físico, pueda hacer un diagnostico preciso e iniciarle tratamiento temprano.