Los melanomas generalmente presenta una coloración más oscura casi negra en comparación con los lunares; sin embargo, no por esto un lunar no puede ser oscuro. Una forma fácil y didáctica para realizar una evaluación de un lunar es por medio de la regla ABCDE
A: Asimetría (al dividir la lesión en dos; una mitad es diferente de la otra mitad)
B: Bordes (borde del lunar irregular o mal definido) Generalmente el lunar es bien circular
C: Color (variación de colores en la misma lesión; pueden ser tonos de marrón y negro; a veces blanco, rojo o azul.)
D: Diámetro (más grande de 6mm)
E: Evolución ( el lunar o lesión de la piel que se ve diferente del resto o que está cambiando en tamaño, forma o color rápidamente) Se debe descartar que sea por traumatismo, como irritación de la lesión por rascado.
En caso de presentar alguno de estos cambios, es importante que consulte con su dermatologo de forma inmediata. Las personas con antecedente de melanoma familiar en primer grado de consanguinidad deben hacer una revisión periódica de sus lunares 1 o 2 veces al año. Recuerde siempre uso de protector solar cada 3 horas en zonas de exposición.