Considerando los antecedentes, este tipo de manifestaciones pueden corresponder a alteraciones vasculares como úlceras venosas o arteriales; estas últimas se asocian con dolor o quemazón más intensa.
En estos casos, es recomendable mantener la piel limpia, evitar manipular la herida y controlar los factores de riesgo cardiovasculares como el control de la insuficiencia venosa, control de hipertensión arterial, realización de actividad física regular, evitar el consumo de cigarrillo y evitar el sobrepeso.
Si los síntomas persisten, encuentra mayor enrojecimiento, inflamación o dolor debe acudir por urgencias o consulta médica prioritaria.