Las garrapatas al adherirse a la piel, se desplazan hasta lugares calientes y húmedos del cuerpo como las axilas, la ingle y el cabello. Al adherirse con fuerza a la piel comienzan a chupar la sangre, pueden terminar infectando con bacterias y otros organismos que causan enfermedad.
Los síntomas comienzan a aparecer semanas después de la picadura. Los más comunes son:
- Dolores articulares o musculares.
- Rigidez del cuello.
- Dolor de cabeza.
- Fiebre o escalofríos.
Si el paciente presenta alguno de los siguientes síntomas, por favor, acuda inmediatamente a urgencias.
- Dificultad para respirar.
- Erupción cutánea.
- Debilidad generalizada.
- Movimientos descoordinados.
Si usted encuentra y sabe retirar la garrapata, hágalo, tenga cuidado de no dejar la cabeza incrustada en la piel. En caso de que no sepa realizar el procedimiento, acuda por urgencias.
La mayoría de las picaduras son inofensivas, sin embargo, el pronóstico va a depender del tipo de infección que pueda haber portado la garrapata. Los síntomas pueden presentarse a largo plazo, incluso meses o hasta años más tarde.
Si un niño sufrió una picadura de garrapata, sugiero acudir a valoración con el médico tratante para evaluar la condición general y brindar el tratamiento oportuno.
Espero haberle orientado en su inquietud, en caso de que presenta otra pregunta no dude en volver a escribir.