La evidencia actual ubica el consumo de ácido fólico en las mujeres en edad fértil como parte de la preparación para un embarazo, esto con el fin de evitar complicaciones en el desarrollo neurológico del bebé.
Los demás suplementos no son necesarios en ausencia de deficiencias, lo cual no suele ser usual con una alimentación balanceada. Por lo general, el consumo de hierro y calcio en la mujer se establece en las etapas iniciales del embarazo, consumirlo previamente no genera daño, pero no se ha asociado a mayores beneficios.
En general, pueden lograr un estado de salud óptimo mediante hábitos de vida saludable que incluyan: una alimentación balanceada, diversa y rica en frutas y verduras junto con la realización de actividad física regular como el ejercicio aeróbico (natación, caminata, trote, ciclismo) al menos 30 minutos diarios. Para ayudar con el parto, los ejercicios de fortalecimiento pélvico o métodos como Pilates, pueden ser de utilidad.
No debe preocuparse, el consumo de suplementos externos no es inminente para lograr un embarazo y parto sano.