Por lo general cuando se presentan cuadros respiratorios virales, es normal que los niños duren con tos aproximadamente por unos 20 a 30 días después de que ha mejorado el cuadro viral, sin embargo, por las características del moco es recomendable consultar con el médico de confianza para una examen físico completo, descartar procesos infecciosos bacterianos e iniciar el manejo más adecuado, evitar la automedicación.