Precisamente, al no estar haciendo nada, solamente vegetar, el cuerpo y el espíritu se desmotivan, se emperezan y empieza un círculo vicioso, esto es, a menos ejercicio, menos ganas de hacerlo, más pereza. Hay que romper esta situación. Comenzar por caminar o trotar todos los días dos veces al día por espacio de 20 minutos e ir aumentando. Imponerse una hora para estudio, lectura, repaso. Retomar actividades deportivas, de estudio, sociales y demás y todo funcionará como debe ser.