Una baja súbita y muy importante de los niveles de presión arterial puede eventualmente se peligrosa, ya que no permitiría que la circulación de sangre a los órganos vitales del cuerpo sea normal y eso puede causar isquemias en diversos órganos y sistemas, clínicamente esto se puede traducir en desmayos, paro cardíaco, paro respiratorio, falla renal, accidentes cerebrovasculares, etc. Por lo general, el cuerpo es capaz de compensar estas bajas y no permitir que sean ni demasiado frecuentes ni demasiado bajas como para ser mortales, pero si puede tener riesgos.