Después de la resección del odontoma quedaste con una deficiencia osea, la cual fue suplida por el injerto para poder garantizar un soporte al implante futuro, esta integración definitiva entre el hueso nativo (tu hueso) y el injerto ocurre en un tiempo de aproximadamente 6 meses. Durante las primeras semanas puedes presentar un dolor asociado a la fase quirúrgica (colocación del injerto), pero posterior a este tiempo de recuperación no debes presentar en la zona úlceras, inflamación, supuración (salida de pus), dolor agudo, malestar general, indisposición, sensación de enfermedad y fiebre. Muchas veces no se presentan síntomas, pero en casos extremos tu mismo podrías notar como tu cuerpo encapsula, reconoce como extraño el injerto y finamente termina expulsando el mismo.
Si transcurridas 6 semanas no presentas ninguna alteración, ha bajado la inflamación, no presentas sangrado en la zona, ni dolor espontaneo, tu cuerpo esta aceptando satisfactoriamente el injerto. Lo anterior bajo condiciones sistémicas normales o controladas (hipertensión, diabetes, hipotiroidismo, osteoporosis, entre otros) y sobre todo sin hábitos de consumo de tabaco (es la causa de fracaso mas frecuente en injertos óseos e implantes dentales).