El tratamiento puede abarcar:
Lociones humectantes para suavizar la piel y ayudar a que ésta luzca mejor.
Cremas para la piel que contengan urea, ácido láctico, ácido glicólico, ácido salicílico, tretinoína o vitamina D.
Cremas esteroides para reducir el enrojecimiento.
El mejoramiento a menudo tarda meses y es probable que las protuberancias vuelvan a aparecer.