La disminución o el aumento de los medicamentos sólo puede realizarse a través del médico tratante, en este caso pediatría o neurología, alguno de los dos o idealmente a través de un seguimiento constante del Autismo, pues cada persona es diferente y casi siempre lo que se requiere es aumentar la dosis. Por ello es importante el criterio médico por el riesgo que tiene usar dosis mayores. Las manos frías sólo son problema si se ponen moradas o azules durante mucho tiempo y no necesariamente hay relación con los medicamentos utilizados.