Podría tratarse de una perla de leche o cambios en piel no necesariamente relacionados con la lactancia. En principio no es necesario suspender la lactancia, como recomendación debe realizar masajes para favorecer el vaciamiento de todo el seno, estimular a que el menor lacte o ayudarse con compresas tibias en el seno.
Si presenta grietas o pequeñas lesiones en el pezón, la aplicación de la propia leche materna puede contribuir a la cicatrización. Asimismo el uso de ungüentos a base de lanolina pueden aliviar la molestia sin representar mayor peligro para el bebé.
En caso de que la lesión se torne roja, dura o dolorosa; debe acudir prontamente a control médico, será necesario evaluar la presencia de un proceso infeccioso que requiera manejo adicional.
Recuerde mantener la lactancia materna de forma exclusiva los primeros 6 meses de vida del bebé.