El prurito en las cicatrices es un efecto normal por la presencia de Mastocitos (Células cebadas) durante el proceso de cicatrización, los cuales provocan la irritación de las terminaciones nerviosas en el tejido en reparación. A veces, la molestia es tan persistente que muchas personas (sobre todo los niños) se rascan la cicatriz, retrasando su curación. Lo importante es mantenerlas en un ambiente fresco, sin fricción y evitar retirarlas para un adecuado proceso de cicatrización.