No se recomienda la realización de este tipo de actividades, ya que en ocasiones inducen a la formación o introducción de "recuerdos" que no son reales, no se consideran terapias médicas, no tiene soporte científico y no existe evidencia que este tipo de actividades influyan en la evolución de la rosácea o manejo del estrés. Se aconseja acudir con psiquiatría, para una valoración donde se establezca si usted requiere terapias cognitivo-conductuales.