Dependiendo de la causa de la hospitalización y su duración, es posible que se relacione con el apetito de la menor.
Sin embargo, mientras se encuentre comiendo, ganando peso y sin otro síntoma, esto puede no representar mayor riesgo ya que la bebé estaría moderando su propia alimentación (esto es válido si no hay evidencia de peligro).
Para determinar esto es importante llevar un control médico por consulta externa de control de crecimiento y desarrollo.
Recuerde que hasta los 6 meses la lactancia debe ser exclusiva con leche materna. Puede intentar reducir la ingesta de agua y ofrecer el seno o la fórmula láctea con más frecuencia, si solo usa leche de fórmula, podría ensayar cambiando la marca si tiene la posibilidad (es posible que esto aumente algunos síntomas gastrointestinales como el estreñimiento).
Mientras la niña se mantenga sana y activa, es posible que no exista mayor riesgo.
Deberá acudir a urgencias si no come absolutamente nada, todo lo vomita, pierde peso o se torna somnolienta o irritable.