Estas manchas podrían corresponder con secuelas del rasurado, rascado, inflamación previa como vellos enterrados, o inflamación en la piel como algunas dermatitis.
En principio no representan un riesgo para su salud, puede intentar mantener la piel hidratada y exfoliar cuidadosamente. Debe saber que no siempre es sencillo manejar las manchas.
Si las mismas persisten o aumentan de tamaño, puede acudir a control médico para complementar la evaluación y explorar alternativas de tratamiento como despigmentantes o la terapia láser.