El herpes es una infección vírica crónica que se reactiva con alguna periodicidad, no tiene cura, pero sí se pueden aliviar los síntomas.
La prueba de IgG reafirma que es una infección crónica y en este caso haríamos una analogía con que el virus está dormido.
Y por lo general cuando se reactiva, es que el resultado de IgM sale positivo, y suele manifestarse clínicamente con lesiones características en labios y genitales según el tipo y aquí es que requiere de tratamiento. Cuando el IgM sale negativo, significa que no tienes el virus activo, está dormido.
Es importante que lleves estos resultados a tu médico, para que además haga un buen examen físico y determine si requieres o no tratamiento.
Recuerda cuidarte siempre con protección al tener relaciones sexuales.