Es parcialmente cierto. Los niños que no reciben el consuelo o apoyo apropiado durante su niñez temprana, suelen demostrar comportamientos más dependientes o inseguros en etapas futuras.
No es recomendable que descuide al niño y lo deje llorando, en algunos casos podría incluso considerarse abuso.
Debe tener paciencia, a los 7 meses inicia una nueva etapa en la vida del menor en la cual logra identificar a la madre como un individuo diferente y se da cuenta de que genera temor su separación, porque podría perderla.
Es importante que refuerce sentimientos de apoyo y confianza, la dependencia de un niño durante sus primeros años de vida le brinda las herramientas para ser independiente en un futuro.
Dejarlo llorar no le enseña una lección de independencia, y por el contrario podría complicar las cosas más adelante. Hable con él de forma clara e intente tranquilizarlo, aunque no entienda todo, esto demuestra apoyo emocional que más adelante se traduce en confianza para su personalidad.