Tocar el cuello uterino no tiene ningún problema, incluso es algo que se realiza en algunos tipos de examen ginecológico. No obstante, siempre se debe hacer bajo normas de asepsia estrictas y con guantes limpios y nuevos, ello evitará el riesgo de infección. Lo ideal es que sea realizado por un profesional de la salud, con algún fin médico como por ejemplo la evaluación del estado del cuello antes del parto, ya que este no es un órgano bastante delicado con un alto riesgo de infección y no debe ser manipulado con frecuencia.