Los niños respiran mas rápido que los adultos, a medida que van creciendo disminuye su velocidad y aproximadamente entre los 5-7 años llegan a igualar la frecuencia respiratoria de los adultos.
En caso de que la respiración se acompañe de alguna de las siguientes características debe consultar por el servicio de urgencias: quejidos, hundimiento de las costillas o del cuello, labios o manos azules, ahogamiento, entrecortar la voz al hablar, somnolencia o irritabilidad, fiebre.