Es un hallazgo pulmonar que se puede ver en los exámenes radiológicos como las radiografías y las escanografías de tórax. Esto significa que las paredes de los bronquios (los conductos de los pulmones que transportan el aire) tienen sus paredes gruesas, lo cual puede ser secundario a infecciones, inflamación y presencia de moco.
Las personas con este hallazgo usualmente presenta síntomas respiratorios, como por ejemplo: tos.