Lo más importante es asegurarse de que la madre tuvo un procedimiento adecuado, que se han resuelto posibles sangrados o complicaciones del procedimiento. Pasada una a dos semanas del procedimiento (dependiendo de qué tan avanzado estaba el embarazo cuando se practicó) la madre puede volver a su vida normal, una buena alimentación rica en vegetales y proteínas será un aporte de vitaminas suficiente sin necesidad de que tome suplementos o vitaminas adicionales. No tiene ninguna contraindicación para volver a trabajar y a una rutina de ejercicio normal. Si bien la madre puede sentir debilidad los primeros días es algo que resuelve al poco tiempo y puede seguir su vida normal.