Significa que tiene una lesión en el menisco que es una estructura interna de la rodilla, como un cojín de material gomoso (cartílago) entre el hueso del muslo y el hueso de la pierna, encargado de "amortiguar" la carga de la extremidad y favorecer el movimiento. Las lesiones meniscales de la rodilla son comunes, generalmente ocurren por mecanismos de "torsión" de la rodilla aunque pueden ocurrir repentinamente, como durante una lesión deportiva o suceder lentamente con el tiempo como proceso de envejecimiento. Existen diferentes tipos de desgarros meniscales, dependiendo de la parte del cartílago que rasga y cómo se rompe.
Con relación al manejo, depende de cuán pequeña o grande sea la ruptura, cuánto tiempo ha tenido la rotura, sus síntomas y su situación individual, en general se sugiere:
- Descansar la rodilla: evite los movimientos que empeoran el dolor. Trate de no ponerse en cuclillas, arrodillarse o correr.
- Levantar su rodilla apoyándola sobre almohadas: esto solo es útil durante los primeros días después de una lesión.
- Colocar hielo en la rodilla: coloque un paquete de gel frío, en la rodilla cada 1 a 2 horas, durante 15 minutos cada vez. Coloque una toalla delgada entre el hielo (u otro objeto frío) y su piel. Use el hielo (u otro objeto frío) durante al menos 6 horas después de la lesión.
- Usar muletas para caminar, si tiene dolor severo
- Tomar un medicamento para aliviar el dolor
- Después de la fase de recuperación inicial, hacer ejercicios para fortalecer los músculos alrededor de la rodilla: su médico o fisioterapeuta le dirán que tipo de ejercicios puede realizar
En muchos casos, los síntomas mejoran con este tratamiento. Pero si el desgarro es grande o sus síntomas no mejoran, su médico podría recomendarle una cirugía, que pretende realizar corrección del desgarro (esto podría implicar la eliminación de parte o la totalidad de su menisco).
Espero haber sido de ayuda, no olvide acudir a su médico para que determine el mejor manejo a seguir.
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