Se ha comprobado a través de los últimos años que el consumo regular de café de forma moderada y sin añadidos, contribuye a la buena salud en general por su alto contenido de antioxidantes y por el estimulo de las dosis bajas de cafeína, sin embargo si su consumo es demasiado, o de una presentación muy fuerte o concentrada puede traer efectos no deseados ademas de causar algo de dependencia a la cafeína. Hablando particularmente del hígado el café no es malo en si, puede alterar otros componentes del sistema gastrointestinal como el estomago al empeorar síntomas de gastritis y el intestino al aumentar las deposiciones diarreicas, todo esto sobre todo si se toma de forma no adecuada.