Lo ideal es no automedicarte, dado que las gripas son procesos virales autolimitados, no requieren un tratamiento específico.
El tratamiento se basa en controlar los síntomas, es decir, aliviar congestión nasal con lavados nasales, mejorar la tos con bebidas endulzadas (como jugo de naranja con miel), si hay fiebre utilizar medios físicos como compresas de agua tibia o baños con agua tibia. Tomar abundantes líquidos, estar abrigados, evitar corrientes de aire.
Y en tu caso que estás lactando es muy importante el uso de tapabocas y lavado de manos frecuente, para así proteger a tu bebé de una posible infección.