Puede que se trate de una inflamación muscular relacionado con mala posición al dormir, postura o relacionado con estrés y ansiedad.
Es importante que diferencies del dolor que pueda ser por infarto. En este caso el dolor en el tórax es repentino es prolongado, se siente una presión intensa, que en ocasiones se extiende a los brazos y hombros, sobre todo al izquierdo, la espalda y en ocasiones al cuello y el mentón. Se acompaña de dificultad para respirar. Si es así, debes asistir por urgencias de inmediato.
En tu caso te recomiendo iniciar con compresas frias y calientes en el lugar de dolor, realizar presión y masaje en el sitio de dolor, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular. En caso de que el dolor no mejore debes asistir con tu médico para determinar si necesitar medicamento. Por el momento no te automediques.